ESTADISTICAS MOTIGO

domingo, 19 de mayo de 2024

LOS GATOS DE LA DESPEDIDA

AÑO 1996

A final el año abandonábamos, con mi hermana,  nuestras dos casas, una al lado de la otra, recién vendidas para cambiarnos al Territorio.

Alrededor de una semana antes vi movimientos en el jardín de mi vecina de enfrente. Ella vivía sola y viajaba mucho a otros países en donde vivían sus hijos y nietos.

Me acerqué y observé que accionaba para que una gata recién parida con cuatro gatitos permaneciera en el antejardín de su casa. Me acerque curiosa y comenté que se veía muy vulnerable allí en le pasto sin abrigo.

Me dijo que la gata había buscado refugio en su casa para tener sus gatitos, pero que no podía quedarse con ellos. Por eso los estaba sacando de la casa.

Apenada comenté que podían morir sin alimento. Me explicó que no podía alimentarlos porque se harían dependientes de la casa y ella viajaba constantemente, que no tenía opción y no los alimentaría.

Esa tarde vi la gata salir y recorrer las casas pasando por los tejados en busca de alimentos, en cuanto dejaba los gatitos tirados en el antejardín de la casa de la vecina.

Apenados dejamos en el techito de la bodega de la casa de mi hermana alimentos para que al pasar por allí los viera.

Un par de días después vimos que la gata estaba trasladando los gatitos en su boca a través de los techos para dejarlos en el techo de la bodega en donde le dejábamos alimento.

Sorprendidos ...y preocupados decidimos hacerle un cobijo con una caja de embalaje...y allí  se instaló cómodamente la  familia gatuna la última semana de nuestra permanencia en las casas.

Nos cambiamos haciendo las recomendaciones pertinentes a los nuevos moradores.

AÑO 2016. 

Hace mas o menos dos años murieron nuestras dos mascotas S-TIE-CHI y Barón Tercero. Dos perros amados. Al primero, noble de raza y de espíritu, lo asesinó una leva de perros envidiosos porque era el amado del vecindario. Barón Tercero murió de viejo después que dimos una batalla por extender su vida de perro fiel.
El dolor fue tanto que, a pesar de las reiteradas recomendaciones, no pudimos recuperarnos lo suficiente como para tener otras mascotas.

A una semana de haber perdido el último de nuestros perros, de improviso comenzamos a ver pasar gatos a través de nuestros pátios. Por el color del pelaje identificamos alrededor de cinco.


No hay comentarios.: